Claudio Araya Sotomayor

Estoy aprendiéndo a usar la página...a alguien se le ocurrió modernizarme...

Monday, February 26, 2007

Cuentos urbanos I: Febrero Erotizado
















Desperté con el ritmo musical de lo que bien pudiera haber sido una gotera bajando por las antiguas paredes de cemento viejo de mi departamento. Sin embargo, “la décima musa” tal como se refirió Platón de Safo, nacida en la isla de Lesbos, sucedió que mi amiga del tercer piso había llegado con “su amiga” desde esas milenarias y mitológicas islas griegas entregándose a las pasiones hormonales que le entregaban a caudales el estrógeno requerido para esas avezadas prácticas con ritmo y música celestial. Cuando logré concluir el origen de lo que me despertó surgió en mí esa complicidad con mi querida vecina y solo pude pensar que Eros llegó a finales de nuestro periodo estival cargando y bendiciendo con fuerza erótica toda esta jornada de fin de semana.

El tema no fue menor para mí. Después de pasar varios días de duelo por el fallecimiento de mi “partner”, a quien aún recuerdo con mucho cariño, pude salir con espíritu libre aceptando lo que las noches me regalaban tan generosamente. La primera noche fue, por decir lo menos, muy rara para pasar, posteriormente, a ser “muy especial”. Sucedió que me llamaron unos amigos para invitarme a un carrete de trasnoche cuyo anzuelo era la presentación de un “personaje” que juraban, sería de mi agrado. ¡¡El juramento no fue en vano!!. Ahí estaba parado con toda su estructura cargada de erotismo, sensualidad, seguridad y encanto personal. Frente a la inseguridad propia que me produce mi astigmatismo, lo que me hace dudar de todo lo que veo por la “magnitud del error de enfoque” que ello acarrea, me acerqué para constatar en terreno si era verdad lo que estaba viendo. Efectivamente era él, Roberto, un tipo fenomenal de 46 años que hace poco más de diez años dejamos una historia inconclusa. El cierre gestáltico en ese momento no fue requerida ni necesaria. La ansiedad del encuentro nos hizo vagar esa noche dando tumbos en tugurios legalizados que prometían diversión. Me sentí hormonalmente alterado, inquieto y sin embargo, en extremo cauto. La verborrea brotaba cargada de ansiedad dando paso, finalmente, a la calma y al ordenamiento de las palabras acompañadas de la coherencia pretendida. Frente a la complicidad silenciosa de los amigos del convite, Roberto nos invitó a terminar la noche en su departamento. Posteriormente ellos se fueron. Yo, por el tema de la poca frecuencia del Transantiago me quedé haciendo la hora. Cuando intuí lo que podía pasar esa noche en el departamento aquel, en mi mente surgieron miles de preguntas, cuestionamientos y, por qué no decirlo…miedos. Pensé en mis calcetines, rezando que no me sucediera lo que al Director del Fondo Económico Mundial con sus sendas “papas” en el dedo grande de sus pies. Revisé mentalmente cuáles calzoncillos llevaba; moría de solo recordar unos mata pasiones que estúpidamente guardaba como un fetiche los que en algún momento pudieran haberme recordado algún “tiempo de gloria” en las lides de la pasión amorosa. Recordé mi amnea del sueño, situación que me impediría dormir para no asustar con mis ronquidos al provocador de mis ansiedades, los que curiosamente cesan al dormir en un estilo “cucharita”…pero acompañado. También pensé en algo muy práctico, pero fundamental…el famoso condón. Como buen obsesivo, pensaba en todo. La verdad es que estaba aterrado y sentía que podía empatizar con el toro y su terror antes de entrar al ruedo y enfrentarse al torero. Sin embargo, la adrenalina surgida hacía cada vez más excitante lo vivido.

Roberto, con la seguridad y precisión del cirujano de excelencia que es, entraba incisivamente en mi mente descubriendo mi mundo interno donde muchas situaciones me eran desconocidas y, a veces, poco claras. Una invasión potente que yo aceptaba humilde y felizmente. Esa noche fue maravillosa, conversamos la vida, nuestras vidas sin ese “sentimiento católico” que hace de las vidas una sagrada perversión. Descubrimos lo agradecido y benditos que éramos por este encuentro y, en santo rito dimos paso a Morfeo quien no permitió la entrada ni de los calcetines y tampoco de los calzoncillos mata pasiones; la amnea fue dominada por la posición y los condones permanecieron atentos al requerimiento…si este se hubiese dado, claro. En todo caso, no era la idea.

Cercano a la hora del medio día fuimos, con la modorra a cuesta, abriendo lentamente los ojos. Cargado de caricias, libres en las expresiones del afecto fuimos tocando y reconociendo nuestros cuerpos. Roberto se levantó ágilmente llevando a la cama una bandeja cargada de frutas, jugos y galletas precisándome el área Light de los embelecos asumiendo como propio los cuidados que mi salud requería. Tal situación me hizo meditar y aceptar lo cansado que me encontraba de cargar solo con el peso de mi existencia, y lo bien que me hacía el recibir todo ello sin el compromiso sexual que bien podría sucederse en tal situación…y que yo, a esas alturas, me encontraba dispuesto a conceder sin poner mucha resistencia. Qué extraña y agradable sensación fue el cambio de mi forma de accionar frente a la situación descrita. Estaba totalmente vulnerable, absolutamente entregado, mis muros defensivos habían quedado no sé dónde mierda, mis calcetines y calzoncillos me importaban un carajo y tampoco sabía dónde habían quedado…!!! De pronto me acordé de la invitación a almorzar que tenía en casa de una conocida y conspicua familia de Santiago. El matrimonio me había invitado a las 14 hrs dando por seguro comenzarían a dar paso a la gula cercano a las 14:30, previo a un coctail con las consabidas exquisiteces. El ritual siempre era el mismo, solo variaban los comensales que hacían del almuerzo un éxito y hacía que no me perdiera invitación a tales encuentros. Con la confianza que sostengo con el matrimonio dueño de casa, pude solicitar la inclusión de mi nuevo “Partner”. Al observar a Roberto manejarse con tanta soltura y comodidad frente a mis amistades, aportando un mundo interesante, exquisito y verdadero a la mesa, sumado a sus miradas cargadas de complicidad entre nosotros pude, de momento, sustraerme y sentir la continuidad natural que se dio desde mi duelo por mi partner anterior para dar paso a esta posibilidad madura de amistad, pero no exenta de pasiones intelectuales y sexuales, lo que me hace definir que este fin de semana ha sido mágico y liberador en todas las áreas.

3 Comments:

Blogger Chechi said...

Claudio, amigo mío; memorable tu escrito. Desde que éramos adolescentes supe que eres un tipo muy especial en cuanto a tu sensibilidad y la forma de percibir el mundo, pero nunca intuí esa habilidad tuya de escribir tan acertada, divertida y de una profundidad tal que te deja meditando y obligándote a entrar en tus secretos íntimos. Cuando supe que te recibiste de psicólogo me alegré mucho, ya que siempre he considerado a sido tu tema. También debo decirte que con todo ese mundo rico en experiencias sociales, una vida social millonaria en cuanto a relaciones humanas tengo muy claro que NOS DEBES, a tus amigos, tus textos y por qué no decirlo, tus memorias. Por otro lado, me encantó cuando hablas de partner, creo que es el término adecuado en cuanto a la conjugación perfecta de tu espíritu libre y tus relaciones de afecto y sentimentales. Con respecto a lo que mencionas en tu texto, lamentaría que te unieras a un solo amor y dejaras tus amores universales de lado. Eso es egoísmo puro, lo asumo y qué. Con el cariño y amistad de siempre

Tu amiga Chechi
P.D.: espero con ansias Cuentos Urbanos II

7:16 AM  
Blogger Unknown said...

querido amigo,me asombras cada vez mas,eres un ser tan especial,tan complejo,tan romantico,tan lleno de amor.Te agradezco la confianza y cariño de amigo.Me encantò leer esas lineas,tan bien escritas,con tanta delicadeza,que te puedo decir!Me encantò y deseo que Roberto te llene la vida! y creo que aùn que queda amor para todos... te abrazo y te quiero,tu amiga eterna,
patricia aguayo (Concepciòn)

2:13 PM  
Blogger Juan José said...

Que historia tan linda, tan bien contada, después de leerla me queda el sabor de la pasión que han debido vivir en este fin de semana. Estoy de acuerdo con Patricia, quedo a la espera de la seguda y sucesivas partes. Un abrazo amigo y nos vemos este finde.

5:44 AM  

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